Griñón, un encantador y pintoresco municipio situado en la bella Comarca Sur, se erige estratégicamente a escasos 28 kilómetros al sur de la bulliciosa urbe de Madrid. Además, su localización lo coloca en una estrecha proximidad al límite con la provincia de Toledo, en la afamada comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Este idílico rincón geográfico es un punto de gran interés turístico dentro del área de Madrid, asentándose majestuosamente entre las fértiles vegas de dos ríos emblemáticos: el caudaloso Guadarrama y el serpenteante Jarama.
Dos imponentes edificaciones de singular valor histórico y artístico embellecen el paisaje de esta localidad:
El Convento de las Clarisas de la Encarnación: Cuyos cimientos fueron erigidos en el lejano año 1523. Este edificio de marcado estilo barroco, magnífico en su arquitectura, ostenta el título de Patrimonio Histórico-Artístico, conferido por la prestigiosa Comunidad Autónoma de Madrid. Su presencia histórica añade un matiz de relevancia a la riqueza cultural que abraza el municipio.
La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción: Joya arquitectónica erigida en el característico estilo mudéjar, que se alza orgullosa sobre los vestigios de una iglesia aún más antigua, remontándose a los albores del siglo XIV. Su torre, sólida y majestuosa, es un enlace tangible con la historia que ha presenciado y un testigo silente de las generaciones que han compartido sus devociones en este santuario.
Griñón, con raíces que remontan al periodo árabe, es un auténtico tesoro enclavado entre áreas verdes exuberantes, cuyo nombre evoca el sabor dulce y jugoso del melocotón. Esta comunidad, un crisol de culturas, da cabida a una mezquita y a un cementerio donde las creencias islámicas son respetadas, un detalle que añade una pincelada distintiva a su rica diversidad cultural. Este cementerio, de trascendental importancia turística, ostenta la singularidad de ser el único de su índole en el centro de la Península Ibérica, y se yuxtapone a la necrópolis cristiana. Los fieles cristianos, por su parte, tienen la bendición de contar con la cercanía de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la ermita del Cristo Aparecido, una expresión palpable de convivencia y respeto mutuo.
Griñón, con su emblemático Convento de las Clarisas y la majestuosidad de su Iglesia Parroquial, es un escenario donde la historia se entreteje de manera armoniosa con la vida contemporánea. Los eventos y festivales de la localidad aportan una dimensión adicional y un brillo especial:
La Fiesta de la Coliflor, celebrada con entusiasmo en marzo, rinde un merecido homenaje a este apreciado vegetal que ha sido parte integral de la historia de Griñón. Los visitantes son obsequiados con ejemplares de coliflor y pueden deleitarse con diversas preparaciones culinarias que realzan las virtudes de este producto tan arraigado.
Las festividades patronales en honor al Santísimo Cristo Aparecido y Nuestra Señora de la Asunción, celebradas a mediados de junio y agosto respectivamente, despliegan un espectáculo de tradicionales procesiones y emocionantes encierros, convirtiendo a Griñón en un lugar de referencia para los amantes de la tauromaquia y la cultura local.
Griñón, con sus profundos lazos árabes, su enriquecedora historia, sus festividades singulares y su fuerte vínculo con la agricultura, es un espacio donde el pasado y el presente se funden en una armonía perfecta, creando un destino único en la radiante Comarca Sur. Es un lugar de encuentro para diversas culturas, un crisol que celebra la diversidad y se erige como un ejemplo de convivencia y respeto, un auténtico regalo para aquellos que lo descubren.