La Hiruela, mucho más que un mero lugar, es un auténtico tesoro, un rincón singular en la Sierra del Rincón. Sus cautivadoras viviendas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa, han permanecido prácticamente inmutables en su estructura desde su edificación, otorgando a La Hiruela una identidad arquitectónica única que lo coloca entre los pueblos mejor preservados de la Comunidad de Madrid. Los edificios y elementos tradicionales como el pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial y la antigua escuela, ahora reconvertida en Bar-Social, junto con la Casa del Cura y la Casa de la Maestra, están protegidos para mantener su genuinidad.
Situado a los pies del vertiginoso alto de Bañaderos, rodeado por los imponentes Picos de La Morra de la Dehesa y Cabeza del Burrial, en un terreno accidentado que atraviesa hermosos prados y robledales, se despliega el municipio de La Hiruela. Aquí, da la impresión de que el tiempo se detuvo hace mucho, ya que este pequeño pueblo serrano conserva su estructura original, apenas afectada por intervenciones que pudieran degradar su entorno urbano.
Las pintorescas vías de La Hiruela combinan residencias, huertas y corrales para el ganado. Las dos arterias principales, Pilón y Enmedio, se cruzan en la plaza Huerta de los Pastores, con su balcón de granito y ornamentación de estilo herreriano, construida en la posguerra por la Dirección General de Regiones Devastadas.
En el extremo del pueblo se alza la iglesia de San Miguel Arcángel, que posiblemente se levantó sobre otra iglesia previa del siglo XVII. Este edificio de mampostería y piedra, con su espadaña que se alza hacia el cielo serrano, añade un toque de espiritualidad a la atmósfera.
Un molino harinero ha sido restaurado junto al cual se encuentra un área recreativa con bancos y mesas; una agradable senda lo conecta al río Jarama. Otra bella ruta, un regalo para los senderistas, se adentra hacia el este de la localidad, pasando por los amplios parajes de la Dehesa Boyal, poblada por robles melojos y robles albares, y por vestigios de antiguas carboneras; brinda magníficas vistas del valle del Jarama.
Dos calles principales, paralelas desde la entrada del pueblo hasta la plaza principal, forman el esqueleto de la localidad. Pequeños callejones se entrecruzan, creando una trama urbana que ha permanecido inalterada durante siglos. Las casas se han construido principalmente con piedra pizarra, un material abundante en la zona. Esto ha conferido a los edificios un distintivo color oscuro, que se integra en el estilo conocido como arquitectura negra. El adobe y la madera de roble son también materiales fundamentales para las construcciones de este tipo de viviendas rurales.
El modo de vida tradicional se ha recreado magistralmente en el Museo Etnográfico, ubicado en el antiguo frontón cubierto, preservando la rica historia de la región.
La Hiruela, en España, es un pequeño pueblo de la sierra norte madrileña que puede enorgullecerse, como pocos, de haberse mantenido prácticamente inalterado hasta hoy, brindando una visión auténtica del pasado. Enmarcada en la hermosa Sierra del Rincón, que fue incorporada en 2005 a la red mundial de Reservas de la Biosfera, La Hiruela se encuentra al norte de la Provincia de Madrid.
El valor natural de este entorno es tan destacado que fue reconocido por la Unesco en su programa sobre el Hombre y la Tierra.
Si bien no se dispone de información definitiva sobre el origen del pueblo de La Hiruela, se cree que debió surgir entre los siglos XII y XIII, posteriormente al proceso de la Reconquista.
Al observar brevemente el Casco Antiguo de La Hiruela, queda claro que la arquitectura local ha estado moldeada desde siempre por las condiciones climáticas. El estilo típico de las casas, construidas principalmente en piedra, adobe, madera y pizarra, nos hace imaginar la dureza de los inviernos en estas latitudes. Las pequeñas ventanas indican que cualquier medida es buena para evitar el frío. Pocos ejemplos como este se encuentran en la Provincia de Madrid, ya que las características tradicionales de este pueblo han sido prácticamente inalteradas.