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Manzanares El Real, ubicado a 50 kilómetros de Madrid, emerge en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares como un tesoro de riqueza natural y cultural. Su entorno es un testimonio de la belleza de la Madre Naturaleza, donde La Pedriza, con sus rocas de granito suavemente esculpidas por la erosión, compone un paisaje de ensueño. Este paraíso alberga no solo una amplia variedad de especies animales y vegetales, sino también una joya histórica, el Castillo de los Mendoza, que añade un toque mágico a este rincón de la Comunidad de Madrid.

Sumergirse en Manzanares El Real es un regalo para los sentidos, una inmersión completa en la esencia pura de la naturaleza. La Pedriza, con su majestuosidad y diversidad ecológica, ha merecido su lugar en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, ofreciendo uno de los paisajes más deslumbrantes de toda la región madrileña.

La Naturaleza, generosa y vital, nos proporciona cobijo, alimento y protección. Debemos ser guardianes de este regalo precioso, amándola y respetándola, para que las futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de sus maravillas.

El Castillo Nuevo de los Mendoza, con su diseño de planta cuadrada, se eleva orgulloso con tres torres almenadas circulares y una torre del homenaje octogonal. Estas torres están adornadas con las icónicas bolas isabelinas. Aunque este castillo nunca tuvo un foso, su muralla o barbacana cuenta con cámaras de tiro y saeteras, rematadas por la Cruz del Santo Sepulcro de Jerusalén, un título de prestigio que ostentó el Gran Cardenal Mendoza. El interior del castillo es un tesoro de estilos que abrazan el medievalismo y el renacimiento, mientras que en el patio de armas, dos galerías superpuestas de estilo gótico isabelino narran historias de la vida cortesana. Desde el adarve meridional, la hermosa galería de estilo flamígero construida por Juan Guas, se alza como una de las más hermosas de toda la geografía nacional.

Al comenzar el siglo XIX, Manzanares se encontraba en la provincia de Madrid, y la población experimentaba un constante declive. No obstante, a finales de ese siglo, comenzó un lento proceso de recuperación. Aunque la villa seguía dedicándose a labores agrícolas, la transición de la Era Moderna a la Contemporánea trajo consigo las primeras industrias, anunciando un atisbo de resurgimiento. Entre estas, destacó una fábrica de papel continuo, que tuvo el honor de ser la primera en España.

El Ayuntamiento de Manzanares El Real, moderno y elegante, se alza en un edificio de tres plantas. En su parte superior, una galería corrida con pies derechos de madera y una balconada de hierro forjado, sencilla pero refinada, con barrotes anillados, evocan el estilo del siglo XX. El acceso al edificio es a través de un pórtico sostenido por cinco majestuosas columnas de granito.

La Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra, ubicada a los pies de La Pedriza, lleva su nombre por la piedra que la acoge. Construida en el siglo XVI sobre sillería, el paso de los años vio la adición de dependencias de mampostería en el siglo XVII. Leyendas y escritos antiguos vinculan la Peña Sacra a los cultos druidas, los sacerdotes celtas que celebraban sus ritos en los bosques durante el primer milenio antes de Cristo. Sin embargo, la devoción a la Virgen tomó forma desde comienzos del siglo XVI. Desde entonces, el fervor por la imagen de la Virgen no ha dejado de crecer. Hoy en día, todavía se celebra la Romería de la Virgen de Peña Sacra el primer domingo de Pentecostés, un evento que continúa conectando a las personas con lo divino.

Puente Viejo, aunque envuelto en misterio sobre su historia, se sitúa en el Siglo XVI según la documentación disponible. Originalmente construido en piedra, fue arrasado por una riada. Posteriormente, se erigió en madera, pero con el paso del tiempo y su deterioro, se construyó el actual puente viejo, con granito local y sillares de formas desiguales que se asientan sobre el pavimento del mismo material. El arco de medio punto, cuyos laterales se apoyan en las orillas del río, descansa sobre la roca, como una reliquia de tiempos pasados que nos conecta con la historia de la región.

A pocos kilómetros de la capital, en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se encuentra Manzanares El Real. Esta localidad, una joya emblemática de la región, te invita a explorar la naturaleza, sumergirte en su patrimonio histórico y disfrutar de su deliciosa gastronomía. ¡Descubre y vive la esencia de la Comunidad de Madrid!

Si deseas experimentar un fin de semana distinto, esta semana te proponemos que descubras, si aún no lo has hecho, una de las localidades con más historia de la Comunidad de Madrid. Ubicada a los pies de La Pedriza, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, una zona declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, se encuentra Manzanares El Real.

Desde Manzanares el Real, puedes emprender la ruta de los castillos y atalayas de Madrid. Siguiendo hacia el este, esta ruta te llevará a Buitrago de Lozoya, con su magnífico recinto amurallado y restos del castillo que narran historias del pasado. También te llevará por Puentes Viejas, donde se ubica la torre cristiana de Mirabel, un vestigio de épocas antiguas que sigue en pie. A lo largo de este recorrido, en lugares como Venturada, El Berrueco, Torrelaguna y el Vellón, encontrarás atalayas musulmanas que hablan de una historia rica y diversa. Por último, en Talamanca de Jarama, podrás admirar la conservación de sus murallas medievales, que guardan las memorias de tiempos pasados. Esta ruta es un viaje a través del tiempo, una oportunidad para explorar la historia y la herencia cultural de la región.