Navacerrada, un rincón que permanece discretamente escondido en el corazón de la majestuosa Sierra de Guadarrama, surge como un regalo especial de la madre naturaleza, a tan solo 52 kilómetros de distancia de la vibrante y bulliciosa metrópoli de Madrid. Este encantador pueblo, que abarca una extensión de 32 kilómetros cuadrados, da la sensación de haber sido colocado con exquisita precisión en medio del vasto lienzo del Parque Nacional, rodeado por imponentes montañas que se alzan como guardianes vigilantes de este tesoro natural.
Las raíces de Navacerrada se entrelazan con la historia en una pequeña depresión que, tras la Reconquista, fue habitada por valerosos ganaderos procedentes de Segovia, desencadenando una disputa centenaria con los habitantes de la floreciente Madrid por la posesión de las tierras de la Sierra de Guadarrama. Este enfrentamiento se convirtió en una leyenda que ha dejado una marca indeleble en el alma de Navacerrada, infundiendo en sus residentes el espíritu de lucha y la tenacidad de aquellos tiempos lejanos.
A lo largo de las diferentes estaciones del año, Navacerrada se transforma en un auténtico refugio para los amantes de la montaña, atrayendo a visitantes ávidos de vivir experiencias únicas en su estación de esquí histórica, conocida como el Puerto de Navacerrada. En este rincón, la magnífica belleza natural se despliega en toda su grandiosidad, ofreciendo una rica variedad de oportunidades para aquellos que buscan emociones entre las blancas cumbres nevadas en invierno y una frescura revigorizante en las estaciones más cálidas.
Las pistas de esquí se extienden como senderos mágicos en dos sectores claramente diferenciados. En la cima, las pistas de Guarramillas, Pala de Montañeros y Pluviómetro se erigen como desafíos emocionantes para los esquiadores más intrépidos. A medida que se desciende, nos encontramos con la pista del Bosque, el Escaparate y la zona del Telégrafo, ofreciendo vistas incomparables del entorno que rodea la estación, el majestuoso Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, un lienzo perfecto para aquellos que aman sumergirse en la belleza natural.
Pero la estación no es solamente un centro de esquí, sino un semillero de esquiadores y un motor para la conservación del medio ambiente. La visión de futuro está enfocada en fortalecer su posición de liderazgo en el mercado nacional de la nieve, promoviendo prácticas sostenibles y realizando mejoras continuas en las instalaciones y servicios para garantizar una experiencia inolvidable.
La Ermita de San Antonio, anclada en la serenidad de la Dehesa de la Golondrina, rinde honores a este santo italiano. Con su estructura de piedra y un porche acogedor, se convierte en el punto de encuentro para la Romería que cada 13 de junio congrega a los habitantes de Navacerrada, un ritual ancestral que llena de fervor las calles de este apacible pueblo, recordando sus raíces y valores compartidos.
El agua fluye generosamente en Navacerrada, brotando de numerosos manantiales alimentados por el deshielo de las nieves que adornan las altas cimas. Más de una docena de fuentes de piedra se entrelazan con el tejido urbano, siendo testigos silenciosos de la cultura del agua que impregna cada rincón de esta tierra. Entre estas fuentes, destacan la fuente de la Canaleja, la de San Antonio y la de los Ángeles en la Plaza de los Ángeles, un epicentro que alberga el Ayuntamiento y que, como un puente que conecta Segovia y Madrid, simboliza la unión entre dos mundos, dos culturas y dos tradiciones.
Navacerrada no es solamente un refugio para los apasionados del deporte y la montaña, sino también un tesoro natural dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, una reserva de la biosfera que alberga una increíble biodiversidad y un entorno singular. Su proximidad a la capital, a tan solo 60 kilómetros, y su posición como la segunda estación más destacada de la cordillera del sistema Central, hacen de Navacerrada un lugar verdaderamente mágico, donde la historia, la naturaleza y el espíritu de lucha se entretejen en una narrativa única, una historia que sigue siendo escrita, capítulo tras capítulo, en este rincón encantado de la Sierra de Guadarrama, que esconde secretos por descubrir y aventuras por vivir.