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Rivas-Vaciamadrid, en su posición geográfica excepcional en el este de la Comunidad de Madrid, emerge como un crisol de naturaleza y cultura, una joya que se despliega con majestuosidad a lo largo de sus tierras, la gran mayoría de las cuales están celosamente protegidas como parte del enigmático Parque Regional del Sureste, un santuario medioambiental que abraza los ríos Manzanares y Jarama en un abrazo protector de vida. Para acceder a este idílico paraíso natural, el sendero recomendado es el Centro de Educación Ambiental El Campillo, anclado junto a la serena laguna homónima, un retiro sereno donde la mente y el espíritu se entrelazan con la belleza prístina de la naturaleza.

Los confines de Rivas-Vaciamadrid se unen a un tapiz de comunidades circundantes, limitando al norte con el vibrante distrito de Vicálvaro en Madrid y San Fernando de Henares, al sur con las tierras de Arganda del Rey y San Martín de la Vega, al este con la histórica Mejorada del Campo y la encantadora Velilla de San Antonio, y al oeste con la dinámica Getafe y el distrito de Villa de Vallecas en Madrid. La ciudad, estratégicamente emplazada a tan solo 15 km de la capital de España, y a una distinguida distancia de 21 km de la histórica Alcalá de Henares, se ofrece a los viajeros y residentes con una bienvenida cercana, gracias a la arteria principal, la carretera A-3, que brinda un fácil acceso a este encantador rincón metropolitano. Mientras tanto, el río Manzanares, como un río divino, serpentea majestuosamente, abrazando al Jarama en una unión sublime al sur del municipio, estableciendo un enlace inquebrantable con la naturaleza que lo rodea y convirtiéndose en un flujo vital que nutre el corazón latente del área metropolitana de Madrid.

Caminando por estas tierras, uno puede sentir la presencia de los antepasados, ya que sus huellas se remontan aproximadamente a 2.300 años atrás, cuando una vivienda carpetana se estableció en lo que hoy es conocido como Miralrío, en el núcleo del término municipal. La influencia de la ciudad de Madrid, tan cercana y omnipresente, ha dejado una marca imperecedera en la historia de Rivas Vaciamadrid. El nombre de la ciudad rinde homenaje al capitán Guillermo Rivas, quien en el siglo XI, siguiendo la orden del rey Alfonso VI, colonizó el área con un enclave cristiano, sembrando las semillas de una comunidad en crecimiento. "Vaciamadrid", enigmático y evocador, se origina en la expresión árabe "Manzil Mayrit", que se traduce como el "parador de Mayrit", un lugar de descanso y refugio para los caminantes que se dirigían hacia la gran ciudad.

La estratégica ubicación de Rivas-Vaciamadrid no solo lo enlaza con el pasado, sino que también lo integra de manera vital en el sistema de transporte de la región. Las tres paradas de la línea 9 del metro de Madrid sirven como hilos conductores, tejiendo una ruta que transporta a los residentes y visitantes a través de esta encantadora ciudad. Además, como un regalo para los amantes de la historia en movimiento, un pintoresco ferrocarril turístico recorre una porción del antiguo ferrocarril del Tajuña, ofreciendo a los viajeros una experiencia única que atraviesa la laguna del Campillo, refrescando los sentidos con la brisa suave del agua y sumergiéndose en la belleza inmaculada de su entorno natural.

La historia y la evolución de Rivas-Vaciamadrid se han impregnado en su arquitectura y patrimonio. La ciudad emergió de las cenizas de la Guerra Civil, reconstruida antes de 1945, como un fénix que resurge con aún más esplendor. Entre los tesoros arquitectónicos, destacan la imponente iglesia de San Marcos, el icónico edificio del Ayuntamiento, el conjunto barroco del siglo XVII que alberga la iglesia o ermita junto al palacio-convento del Cristo de Rivas, y el palacio del Negralejo, que, aunque nació en el siglo XIX, ha encontrado una nueva vida como un espacio de hospitalidad que acoge a los viajeros con elegancia. Un puente metálico, testigo mudo de la época del antiguo tren de Arganda, se erige como un vínculo tangible con el pasado, completando este apasionante recorrido histórico.

En las profundidades de las tierras de Rivas-Vaciamadrid, donde la tierra conserva sus secretos, se esconden tesoros arqueológicos, como la enigmática zona conocida como Casa Eulogio, que despiertan la curiosidad de aquellos que buscan descifrar el pasado. El castillo de Rivas del Jarama, aunque solo queden escasos vestigios en la actualidad, sigue siendo un faro de importancia histórica y cultural, como un guardián silencioso de la memoria de tiempos pasados. La Universidad Popular Municipal, un faro de educación para adultos, arroja luz sobre la importancia de la igualdad de oportunidades y el aprendizaje constante en esta vibrante comunidad.

Cada año, como un ritual que ha perdurado a lo largo de los siglos, el 29 de septiembre marca el inicio de una romería, una peregrinación que culmina en la ermita del Cristo de Rivas. Este evento, arraigado profundamente en la tradición y la espiritualidad, fluye a través de las venas de la comunidad, conectando el pasado con el presente en un acto de devoción y celebración. Rivas-Vaciamadrid, con su naturaleza exuberante, su historia profundamente arraigada y su lugar único en el este de Madrid, se alza como un destino fascinante que combina lo mejor del pasado y del presente, donde la belleza de la naturaleza y la rica herencia cultural se fusionan en un mágico abrazo que cautiva a quienes lo exploran.