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San Fernando de Henares se enmarca en la confluencia majestuosa de los ríos Henares y Jarama, a una distancia de aproximadamente 17 kilómetros al este del vibrante área metropolitana de Madrid. Este municipio ha sido testigo de una transformación asombrosa a lo largo de los años. Donde una vez floreció la agricultura, ahora se yergue una próspera industria que marca el rumbo económico. Este cambio ha sido reflejado en un impresionante crecimiento demográfico desde la década de 1970, elevando su población a más de 39,000 habitantes. A medida que la ciudad principal se ha expandido, parece fundirse en una armonía con su vecino, Coslada, creando una impresión de una sola y dinámica comunidad.
El esplendor natural de San Fernando de Henares se entrelaza con su historia y cultura. Parte de su territorio es abrazado por el Parque Regional del Sureste, una joya de conservación que abarca los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama. En este entorno, el municipio es hogar del Centro de Educación Ambiental Caserío de Henares, un espacio invaluable que sirve como puerta de entrada al parque, brindando educación, exposiciones y rutas por la ribera del Henares. Cada paso que damos en este parque es un regalo para nuestros sentidos y una conexión profunda con la naturaleza que nos rodea.
El pasado de San Fernando de Henares es una historia rica en legado. Los rastros de asentamientos humanos en la zona se remontan al neolítico, con yacimientos arqueológicos que nos hablan de una antigüedad que nos asombra. Sin embargo, el verdadero nacimiento de la ciudad tuvo lugar en 1746, cuando el rey Felipe V ordenó la creación de una fábrica de paños superfinos en un lugar estratégico cerca de Madrid y Alcalá de Henares, un lugar que conocemos como Torrejón de la Ribera. Aunque este ambicioso proyecto no llegó a completarse, su impacto fue significativo. En 1868, San Fernando de Henares dejó de ser el Real Sitio, tomando las riendas de su destino al constituir su propio ayuntamiento.
Uno de los tesoros más apreciados de esta tierra es el Castillo de Aldovea, un monumento declarado bien de interés cultural en 1949. Aunque el castillo ha cedido ante el implacable paso del tiempo, sus murallas guardan la memoria de una época antigua. El palacio construido en el siglo XVIII, ubicado en el mismo lugar, es una ventana a este pasado, un lugar que nos permite imaginar la grandeza que alguna vez llenó esos muros. Aunque el castillo es propiedad privada y su interior permanece fuera de nuestro alcance, el palacio nos permite viajar en el tiempo y sumergirnos en una era de esplendor.
El núcleo urbano original de San Fernando de Henares, cuna de la fábrica de paños, fue merecedor de la declaración de conjunto histórico en 1983. Este conjunto abraza las viviendas de los trabajadores que contribuyeron a esta fábrica, la plaza cuadrada que albergaba esta factoría (hoy conocida como la Plaza de España) y una plaza redonda que lleva el nombre de Fernando VI. La fachada del edificio actual del Ayuntamiento nos conecta con ese pasado industrial, siendo lo único que perdura de la fábrica original.
En medio de este hermoso municipio también se encuentra Aquópolis, un parque acuático que añade un toque de diversión y entretenimiento tanto para sus habitantes como para aquellos que nos visitan, convirtiéndose en un lugar donde crear recuerdos y disfrutar de momentos inolvidables.
La Plaza de España, una amplia plaza cuadrada, presidida por la majestuosa fachada principal de la antigua Real Fábrica de Paños, que abre paso a un moderno edificio que alberga el corazón del ayuntamiento de nuestra ciudad. En su entorno, las casas que se construyeron en el siglo XVIII se alzan como testigos de épocas pasadas, enriqueciendo nuestro sentido de pertenencia. En el extremo norte de esta plaza, encontramos el edificio que alguna vez fue la casa consistorial, sirviendo múltiples funciones, desde cárcel hasta escuela pública, y más recientemente, albergando la gran Biblioteca Municipal Rafael Alberti.
Los Paseos de los Chopos y de los Plátanos, una avenida que nos guía hacia la naturaleza, nos invita a imaginar los gloriosos días del Real Sito en su esplendor. Aquí encontraremos dos puertas de piedra y forja, las Puertas del Rey y de la Reina, una obra encargada a mediados del siglo XIX por Vicente Collantes. Estas puertas eran guardianas de la fértil huerta de la Vega, un tesoro protegido cada atardecer por los guardianes del Real Sitio, asegurando que los tesoros de la tierra estuvieran a salvo, solo para ser desbloqueadas con el resplandor del próximo día.
La Plaza de Fernando VI, un encantador espacio urbano que forma parte del núcleo histórico de la ciudad, nos recuerda tiempos pasados, conectándonos con las generaciones que nos precedieron.
El Palacio de Aldovea, ubicado al noroeste del término municipal, es una verdadera joya que sigue evocando la antigua fortaleza medieval con sus cuatro torres de defensa. En el siglo XVIII, este lugar fue transformado en un palacio de recreo bajo la visión del arquitecto Virgilio Rabaglio, y en la actualidad, es propiedad de particulares, cerrando el círculo entre el pasado y el presente.
San Fernando de Henares es una auténtica joya en el Este Metropolitano de la Comunidad de Madrid, donde la historia, la naturaleza y la vida moderna se fusionan en una experiencia única. Aquí, cada paso es un viaje en el tiempo, un vistazo a la grandeza del pasado y una visión del futuro. Al visitar este municipio, nos adentramos en una narrativa que nos cautiva, donde las huellas del pasado se entrelazan con las aspiraciones del presente, creando una experiencia enriquecedora para todos aquellos que deciden explorar sus calles, plazas y tesoros culturales. El legado de San Fernando de Henares nos espera con los brazos abiertos, invitándonos a descubrir su rica historia y a ser parte de su futuro prometedor.