"Supervisión regular para evitar sorpresas y garantizar una experiencia de calidad."

Villaviciosa de Odón, ese tesoro escondido en las cercanías de la bulliciosa metrópolis de Madrid, nos recibe con su encanto único y una ubicación estratégica que nos sumerge en la belleza de la Comunidad de Madrid. Este pequeño rincón se encuentra a tan solo 20 kilómetros al este de la ciudad, permitiéndonos escapar del ajetreo urbano y adentrarnos en una localidad que desborda historia y naturaleza. Su proximidad a Boadilla del Monte es como un abrazo cercano, y su ubicación a unos 670 metros sobre el nivel del mar nos ofrece una vista panorámica que nos hace sentir cerca del cielo. Pero, lo que realmente hace de Villaviciosa de Odón un lugar especial es su vínculo con el majestuoso río Guadarrama, una joya natural que ha sido resguardada y preservada con amor, ya que todo el término municipal se encuentra protegido por el abrazo del Parque regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno.

A medida que exploramos esta encantadora localidad, podemos percibir su evolución a lo largo del último cuarto del siglo XX. Este período de tiempo ha sido testigo de un crecimiento demográfico que ha dejado su huella en la configuración actual del municipio, que se despliega en diversas urbanizaciones. Sin embargo, el alma de la comunidad reside en su pintoresco casco histórico, un remanente del pasado que actúa como precursor del vibrante núcleo urbano actual. Aquí, las calles animadas por la actividad de tiendas y la vida cotidiana de los habitantes nos transportan a un ambiente cálido y acogedor. No obstante, la diversidad es parte de su esencia, y al norte encontramos la majestuosa Urbanización El Bosque, que se alza separada del resto de la ciudad por la imponente autovía de los Pantanos. Un detalle interesante es la presencia de la Universidad Europea de Madrid en esta área, un centro educativo que aporta vitalidad, conocimiento y un aire de juventud a la región. Y, por supuesto, no podemos olvidar mencionar la cautivadora Urbanización El Castillo, un lugar que lleva su nombre en honor a una fortificación que data de los albores del siglo XV. Este castillo se encuentra rodeado por un magnífico jardín histórico, como si el paso del tiempo y la belleza natural se hubieran unido en perfecta armonía en este espacio.

A pesar de su encanto indiscutible, la historia de Villaviciosa de Odón también nos confronta con momentos sombríos. Durante la Guerra Civil española (1936-1939), este lugar tranquilo se convirtió en un frente de batalla, siendo testigo de la tristemente famosa batalla de Brunete en julio de 1937. Los ecos de la guerra dejaron cicatrices en forma de edificios total o parcialmente destruidos, marcando un capítulo doloroso en la historia de esta región.

No obstante, la historia que vive entre sus calles nos lleva a explorar los vestigios del pasado. En la margen izquierda del río Guadarrama, encontramos un lugar llamado Calatalifa, donde los indicios de una muralla y cerámicas musulmanas del siglo X nos susurran sobre la rica herencia cultural que ha dejado su huella en este suelo. Aquí, el castillo de Calatalifa, declarado Bien de Interés Cultural desde 1949, cuenta su propia historia. Ordenado construir por el califa cordobés Abderramán III en el siglo X, aunque hoy repose en ruinas, sus piedras aún resuenan con las historias del pasado.

Sin embargo, el verdadero protagonista es el conocido castillo de Villaviciosa de Odón, declarado también Bien de Interés Cultural en 1949. Edificado a finales del siglo XV, las revueltas y la Guerra de las Comunidades en el siglo XVI obligaron a su rehabilitación, lo que equivale a decir que fue reconstruido para mantener viva su grandeza. Su impresionante patio de estilo herreriano es un testimonio arquitectónico de épocas de esplendor y nos transporta a tiempos donde la majestuosidad era el estándar. Entre sus muros, en el siglo XVIII, el rey Fernando VI encontró su último reposo, habiéndose retirado allí un año antes. La importancia de este castillo es innegable, ya que alberga el Archivo Histórico del Ejército del Aire, lo que, lamentablemente, impide las visitas regulares. Justo frente al castillo, encontramos la fuente de los Caños, una obra atribuida al genial arquitecto Ventura Rodríguez, una muestra de cómo la belleza y la funcionalidad pueden coexistir en la arquitectura.

Pero el legado arquitectónico no se detiene aquí. Otros edificios emblemáticos de la región merecen ser mencionados, como la casa de Godoy, adquirida por el primer ministro del rey Carlos IV a la condesa de Murillo, o el pinar de Prado Redondo, un rincón natural que brinda a los habitantes de Villaviciosa de Odón la oportunidad de sumergirse en la belleza de su entorno.

La historia, en su riqueza y diversidad, nos cuenta que Villaviciosa de Odón es "viciosa" en el sentido más exquisito de la palabra, una localidad que abunda en encantos y deleites. En el siglo XVIII, la realeza española eligió este lugar privilegiado para su retiro, encontrando en esta localidad residencial del área metropolitana de Madrid un remanso de tranquilidad y belleza. Los espacios verdes y los paseos que abundan en esta localidad son testigos de la alta calidad de vida de sus habitantes, una prueba viviente de cómo el ser humano y la naturaleza pueden coexistir en armonía, creando un equilibrio que enriquece la experiencia de vida.

Dos lugares que destacan en Villaviciosa de Odón, que no puedes perderte, son el castillo, donde podrás disfrutar de su historia y su arquitectura (previa cita), y la Casa Palacio de Manuel Godoy, un testimonio tangible de la época en la que esta tierra cautivaba hasta a la realeza. Planifica tu escapada y descubre lo que este tesoro a las puertas de Madrid tiene para ofrecer. Explora sus calles históricas, sumérgete en su patrimonio cultural y maravíllate con la belleza natural que te rodea.

La sierra de Madrid es un regalo de la naturaleza, un conjunto de ecosistemas de una diversidad ecológica única que se despliega majestuosamente sobre la Sierra de Guadarrama, ubicada en el corazón mismo de España. Este rincón natural ejerce de frontera natural entre las dos provincias que contienen las dos vertientes del parque, y su macizo principal, los Montes Carpetanos, es un testimonio de la grandeza de la naturaleza. La cumbre del pico Peñalara, que se alza imponente, es el punto más alto de toda la sierra de Madrid, un hito que nos recuerda la majestuosidad de la madre naturaleza y la insignificancia de nuestras preocupaciones humanas frente a su grandeza. Un espectáculo de la naturaleza que nos invita a explorar, a conectarnos con el entorno y a admirar la grandeza de la tierra que nos rodea.